La profesión más arriesgada del mundo, según Paco Abril

imagen extraida de la revista Biblioasturias.com

En la revista digital Biblioasturias, el incombustible Paco Abril acaba de publicar unas reflexiones sobre el oficio de bibliotecario que, como siempre, dan en clavo. Tengo su permiso para reproducir y difundir el escrito y con mucho gusto lo comparto a continuación.

La profesión más arriesgada del mundo

Existe una profesión realmente arriesgada, quizá sea la más peligrosa de todas. Me estoy refiriendo a la profesión bibliotecaria. Esta afirmación provocará más de un asombro. ¿Arriesgada por qué? ¿Acaso quienes la practican trepan por imposibles rocas, como los alpinistas? ¿Acuden a la primera línea de fuego de cualquier guerra, como los reporteros? ¿Descienden a las profundidades de la tierra para extraer sus minerales, como los mineros? ¿O se enfrentan a mares embravecidos, como los marinos y los pescadores? No, claro que no realizan ninguna de las actividades descritas. Entonces, ¿por qué esa exageración? ¿A qué viene hablar de riesgo bibliotecario?

Es cierto que a un observador superficial podría parecerle una profesión no sólo sedentaria, sino tranquila, relajada y alejada de cualquier amenaza. Ni siquiera se les exige el uso de casco protector ni de ninguna otra precaución. Sin embargo, las apariencias engañan, y mucho. Estos profesionales trabajan con dos de los elementos más inflamables que existen: libros y lectores.

Los bibliotecarios saben, mejor que nadie, que un libro, puesto en contacto con un lector, produce una reacción impredecible e imprevisible.

Si juntamos un átomo de oxígeno con dos de hidrógeno, sabemos que obtendremos agua. Pero si unimos un lector con un libro, jamás podremos adivinar lo que va a ocurrir, dado que el mismo libro causará efectos distintos en diferentes lectores. Será una reacción química de efectos insospechados, esto es, no controlables.

No es de extrañar que la primera medida que suelen tomar las dictaduras es intervenir en las bibliotecas, bien para clausurarlas, bien para permitir sólo los libros que a ellos les interesan. Es el caso, entre tantos, de Corea del Norte. Ninguna dictadura va a consentir que se les cuele literatura subversiva ni tampoco degenerada, como así tildaban los nazis a libros como La metamorfosis, de Kafka.

Qué duda cabe de que quienes mejor han entendido el poder de los libros son los dictadores. Por eso los prohibieron nada más alzarse con el poder. Stalin acabó, sin temblarle el pulso, tanto con los libros como con los autores que le molestaban, que eran casi todos. Él aplicaba ese viejo refrán de muerto el perro se acabó la rabia, aunque murió sin saber que la rabia era él.

En las democracias estas instituciones inflamables que son las bibliotecas peligran también, porque hay muchos dirigentes políticos con tentaciones totalitarias que miran los libros con recelo. Se les nota enseguida, primero porque hablan de autores y títulos que no han leído, segundo, porque ponen todo tipo de trabas y cortapisas para su potenciación, aún proclamando que las apoyan. Y tercero, y sobre todo, porque quienes rigen los destinos de los ciudadanos, saben, o intuyen, que aunque las bibliotecas públicas dependen de los poderes políticos, quienes las frecuentan tienen la posibilidad de aprender en ellas a desconfiar de cualquier poder, de cualquier imposición, de cualquier manipulación. Saben, o intuyen, que son instituciones extrañas que se nutren de pensamiento concentrado. Y saben, o intuyen, que pensar siempre resulta subversivo. Ya hay quien las considera, aunque no se atreva a decirlo en público, un peligro mayor que el de un polvorín a punto de estallar.

Comprenderá ahora, quien haya leído hasta aquí, que la actividad bibliotecaria exija delicadeza, prudencia, valor, atención y conocimiento para afrontar con éxito los altos riesgos que supone. Quienes se dediquen a esta profesión, deberán estar alerta ante lo que pueda ocurrir.

En la mítica película de 1951 La mujer pirata, dirigida por Jacques Tourneur, la capitana, después de expoliar un navío, ordena amontonar en la cubierta de su barco todo el botín conseguido, y les pide a sus subordinados que cojan el objeto que más les apetezca. La mujer transmite esta petición al médico del barco.

–Elegid, doctor.

El médico observa por encima aquel tesoro, en el que destacan joyas y vestidos lujosos, sin darle importancia.

–Dudo que haya algo aquí que me guste. ¡Ah, sí! –dice tomando un pequeño libro.

La mujer pirata lo contempla sorprendida.

–¿Un libro? ¿Eso es todo?

–Los libros tienen un poder mágico –responde el médico.

La mujer pirata replica con indignada rapidez.

–¡Más poder tiene una andanada de cañón! ¿Puede un libro hundir un barco?

–Los libros han hundido los barcos más poderosos, destruido ejércitos y derrumbado imperios –concluye el médico alejándose con su peligroso trofeo.

Los tiranos de cualquier especie, incluidos los que llevan la piel de demócratas, saben que los libros, y quienes los cuidan, son un peligro real.

Por eso esta es la profesión más insegura del mundo.

Cuando se reconozcan de verdad los riesgos que corren los bibliotecarios, seguro que se les añadirá, a su merecido sueldo, un incremento o plus de peligrosidad, y es más que probable que se les exija también, a estos sufridos profesionales, el uso de casco y otras necesarias medidas preventivas.

Sobre Paco Abril: Escritor y polifacético activista en la promoción de la lectura, ha impartido cursos y conferencias, realizado numerosos artículos, y ha contado cuentos en los más diversos lugares de España, y en París, Casablanca, Lisboa, Nueva York y México. Trabajó como coordinador de bibliotecas, promoción de la lectura y área de infancia de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón desde 1983 hasta 1993. En la actualidad es director de programas educativos en dicha institución. Fue guionista, director y presentador del programa de televisión regional El Hórreo del Trasgu. Desde 1989 dirige el suplemento infantil La Oreja Verde -del diario La Nueva España-, y es autor de obras como Jovellanos, la aventura de la razón (1995), La niña de la nube (1998), La pregunta del cuco (2000), Colores que se aman (2004) y El espejo de los monstruos (2006).

En Paco Abril, defensor del valor dels contes

pluja al sablonEscric des del barri del Sablon, a Brussel·les. A fora plou, suaument, i fa una estona he vist les notícies de la televisió belga. No deixa de sorprendre’m que sempre acabin el programa amb la presentació d’una novetat o reedició literària. Sovint es tracta només d’un especialista que recomana el best-seller de moda, però de vegades descobreixo bones novel·les d’autors no tan mediàtics. I és llavors quan faig la comparativa amb les nostres televisions, migrades de sensibilitat envers els llibres, des de fa massa anys. No m’estranya que siguem un país poc lector…
Tornant a la televisió belga (RTL, La Une, etc), avui presentaven “Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier” de Patrick Modiano i feien un recorregut per l’obra de l’autor. M’ha agradat i he recordat una conversa amb una companya mestra, la Julia, que em feia veure com fa molts anys, en arribar les vacances d’estiu, es preguntava als polítics de torn quines lectures hi duien a la maleta. Ara, ni això… ─concloïa, amb tristesa.
Una conversa semblant vaig tenir amb en Paco Abril, un matí de setembre, durant una passejada tranquil·la pel “Barrio de las Letras” de Madrid.
pacoEn Paco Abril és un agitador cultural, un enamorat de la lectura, que ha dedicat i hi dedica molts esforços a fer-nos entendre el poder de la paraula com a eina que pot ens canviar la vida, o fer-nos-la més plaent, més brillant.
Un dels seus darrers treballs és un magnífic llibre que porta per títol “los dones de los cuentos” i on defensa les bondats de la narració, de la literatura oral, com a font de coneixements i de creixement personal. Us el recomano especialment. En Paco ens presenta la cuina, els fonaments teòrics del que, de vegades, només intuïm quan, a l’aula, ens trobem amb els ulls dels infants que, emocionats, escolten i viuen una narració que flueix dels nostres llavis. És la recepta màgica. Per defensar-la, per tenir els arguments (si és que els necessitem) convé llegir aquesta proposta, aquests “dones de los cuentos” , farcida d’anècdotes i d’agradable lectura.

El propi Abril ens explica el perquè d’aquest llibre. Diu:
Las preguntas que han impulsado esta investigación son: ¿Por qué todas las noches, antes de disponerse a dormir, miles de bocas infantiles en diferentes lenguas solicitan que se les relate un cuento como si fuera el pasaporte imprescindible para adentrarse en el país de los sueños? ¿Por qué los cuentos tienen ese enorme y misterioso poder de atracción? ¿Por qué los niños y las niñas solicitan cuentos como si les fuera la vida en ello? ¿Qué les dan esas ficciones que tanto les atraen?

La part central de llibre són els tretze capítols que es dediquen als diversos dones.

Capítulo 2. El don del afectodones portada
Capítulo 3. El don del consuelo
Capítulo 4. El don de la palabra
Capítulo 5. El don del pensamiento
Capítulo 6. El don de la identificación o del espejo
Capítulo 7. El don de la imaginación
Capítulo 8. El don de la fuga
Capítulo 9. El don del deseo lector
Capítulo 10.El don de la empatía
Capítulo 11. El don del conocimiento
Capítulo 12. El don de la atención
Capítulo 13. El don de la verdad
Capítulo 14. El don de la prevención

Una bona lectura per a aquestes properes vacances de Nadal.
Si voleu tenir més informació sobre aquest assaig podeu entrar a la pàgina de l’editorial OCTAEDRO, clicant AQUÍ. Trobareu molta informació sobre el llibre i sobre l’autor.
I també al web d’en Paco: http://abrilpaco.blogspot.com.es/
I, amb el seu permís i el del cuiner Francesco Barili, un deixo una de les seves receptes: Buñuelos de cuento relleno de manzanas mágicas.

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