El setè «relat que el vent s’endugué» ja es pot llegir al diari lhdigital. S’ha publicat aquest mes de març, al web lhdigital: https://lhdigital.cat/web/digital-h/relats-lh
Es tracta d’un relat breu escrit per la Mª Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel que es titula «Los cinco y la fuente del deseo»
Qui és la M. Àngels García-Carpintero?
Ella mateixa ens comenta que, amb 5 anys, va venir amb la seva família a Bellvitge, el barri on encara hi viu. Sovint recorda la impressió que li va fer canviar l’horitzontalitat del poble de la Manxa per la verticalitat dels blocs.
Va estudiar Magisteri, Pedagogia Terapèutica i va realitzar un màster en Logopèdia, entre d’altres, però sobretot valora la formació realitzada en grups, entitats i associacions del barri i de la ciutat.
Ara, ja jubilada, exerceix de mestra voluntària.
Col·labora en la creació i manteniment dels blocs: Bellvitge 50, Bellvitgeeduca, La Voz de las mujeres. El lenguaje que transmitimos y compartimos, i Simone Weil es para todxs, Històries des de Bellvitge i Històries de Mari.
Ha escrit, entre altres «Simone Weil educadora: tras los ecos de su voz», «Amatxus. Història d’un retrobament» i «Un “Bell viatge” en bona companyia. Des de la Parròquia Mare de Déu de Bellvitge».
Ha col·laborat amb l’exposició «Bellvitge 50» recollint informació, resumint el coneixement que anàvem adquirint i publicant a les xarxes diversos textos, alguns dels quals han quedat recollits en dossiers a la biblioteca de Bellvitge.
Si la voleu conèixer una mica més, llegiu el que diu la Roser Batlle al seu blog:
https://roserbatlle.net/2018/06/02/carpin-mujer-valiente-que-lucha/
Ara estem preparant una trobada amb l’autor i les autores dels relats de gener, febrer, març i abril i quan ens trobem la data que ens vagi bé a tothom, us avisarem perquè experiència de conversar amb ells i sentir les seves reflexions sobre literatura i vida serà bonica de veres.
El setè relat és aquest:
Los cinco y la fuente del deseo
Los primeros libros que entraron en casa fueron los que nos iban regalando a mi hermano a mí. Al principio sólo fueron dos: Corazón, del italiano Edmundo de Amicis y Corazón de oro, de Louise May Alcott, la autora de Mujercitas. Nos los intercambiamos y los leímos varias veces, hasta que fueron llegando más, entre otros, los que pedíamos prestados en la biblioteca que abrieron en el barrio. Era el inicio de los años 70 y yo ya estaba en la pubertad.
La autora de referencia para muchas de mi generación era Enid Blyton. Nos encantaban los libros de internados, universos entre los que íbamos creciendo, tanto o más que en la misma vida cotidiana, gris, por entonces.
Pero, los que ahora más recuerdo, son los de Los cinco. Evidentemente me identificaba, como la mayoría de chicas que pretendíamos la misma libertad que daban a los chicos, con “Jorge”, una niña valiente y decidida que se hacía pasar por chico para huir de los estereotipos asociados al género. Sí, todo normal, pero ahora que miro atrás después de los muchos años en los que la vida me obligó a anclar en el mundo real, los personajes que descubro enraizados en mi ser son aquellos “extras” con los que los cinco se encontraban. La mayoría eran científicos, como el padre de “Jorge”, unos recogían insectos, otros estudiaban las piedras y, de tanto en tanto, aparecía una mujer con chubasquero y botas tras la pista de algún misterio en aquellos parajes agrestes de las costas inglesas que alentaban mi curiosidad.
¿Llegaría yo a tener algún interés tan particular como el de esos caminantes?, me preguntaba, ¿andaría, de adulta, por lugares solitarios a la caza de algo? Y es ahora, liberada ya de las múltiples cargas y de los prejuicios que casi me asfixian, ahora que ando por mundos perdidos tras las pistas del románico y de todo lo antiguo y olvidado que tuvo que ver con el trabajo de las mujeres, cuando siento cómo me revitaliza aquel deseo que siempre ardió en mi interior.
Los pozos, las fuentes, las ermitas, los muros rotos de los castillos, las enredaderas y hierbas que los abrazan, las escasas mariposas, los cantos de los pájaros que el silencio ofrece, todo me devuelve a aquellos paraísos perdidos de mi infancia en los que me reconozco como uno de esos extras que pasa por la aventura del vivir motivando la búsqueda de otras y otros.
Mari Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel,
29-marzo-2022
Deseando que prenda en vosotr@s la llama de la curiosidad